Había una vez un ratón que se quedó solo porque sus padres murieron en una ratonera. Cuando el miraba por el agujero, lo que veía era un montón de gatos y pensaba que a lo mejor podrían ser sus amigos. Como sus padres no estaban allí no sabía que eran sus grandes enemigos.
Como tenía hambre asomó el hocico para olfatear a ver si había algo de queso a su alrededor para poder comer. Se llevó tal susto que se volvió a meter rápido en su casa porque uno de los gatos abrió su boca y le maulló y casi se le come. Entonces el ratón, pensó como coger el queso. Esperó a que los gatos se durmieran para salir.
Salió y cogió el queso y lo llevaba en su boca. Un gato le pilló, y le dijo:
¿Cómo es que un ratoncillo a estas horas anda solo por aquí, en este mundo tan peligroso?
Y el ratón respondió:
Necesitaba comida, y no vi mejor momento para ir a buscarla, y mira por donde me encontré con este trozo tan rico de queso.
El gato muy astuto, le dijo que le ayudaba a llevar el queso a su casa.
Cuando llegaron y el ratón estaba abriendo la puerta de su casa, el gato se tiró sobre él y se le comió.
Jesús Carlos López Martín
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